
La historia de Australopithecus africanus como especie reconocida, data de 1924, cuando fue descubierto por Raymond Dart en Taung, Sudáfrica, el cráneo de un niño conocido como el niño de Taung.[1] Pero no fue tomado en cuenta hasta 30 años después.
El rasgo más destacables en este Australopithecus y en todos en general, es que se trata de un homínido. De acuerdo con los estudios dentales realizados, A. africanus procede de Australopithecus afarensis y abre una línea evolutiva hacia el género Paranthropus, en tanto que otra línea, que también procede de A. afarensis, estuvo representada por Homo habilis y culminó en el Homo sapiens.
Entre las características se resalta la forma de caminar bípeda, común a todos los homínidos. Tenían actividad arbórea en forma activa. Su peso promedio oscilaba entre los 33 y 67 kg, con una estatura de 1,50 m de alto.
Sus características óseas son de gran importancia para diferenciarse del resto de Australopithecus: en comparación con el hombre actual, su capacidad craneana es de 480 cm³ a 520 cm³, muy por debajo de los 1.500 del humano actual. Su caja craneal es más alta y redondeada que la de los antropomorfos, y su esqueleto postcraneal similar al Afarensis.
Su cara desde un punto de vista general es más corta. Presenta menor prognatismo (la mandíbula está adelantada con respecto al maxilar), unido a un menor tamaño de piezas dentales.
Sus piezas dentales no se diferencian mucho de las del humano. Los caninos eran pequeños, sin sobresalir como en los antropomorfos, y los incisivos eran tan pequeños como los nuestros.
También es importante mencionar que desaparece el diastema (separación entre incisivos), o es muy rara su existencia.
Por tanto, notamos una reducción de caninos e incisivos y hay un mayor énfasis de la masticación en el resto de la dentadura.
Entre las características se resalta la forma de caminar bípeda, común a todos los homínidos. Tenían actividad arbórea en forma activa. Su peso promedio oscilaba entre los 33 y 67 kg, con una estatura de 1,50 m de alto.
Sus características óseas son de gran importancia para diferenciarse del resto de Australopithecus: en comparación con el hombre actual, su capacidad craneana es de 480 cm³ a 520 cm³, muy por debajo de los 1.500 del humano actual. Su caja craneal es más alta y redondeada que la de los antropomorfos, y su esqueleto postcraneal similar al Afarensis.
Su cara desde un punto de vista general es más corta. Presenta menor prognatismo (la mandíbula está adelantada con respecto al maxilar), unido a un menor tamaño de piezas dentales.
Sus piezas dentales no se diferencian mucho de las del humano. Los caninos eran pequeños, sin sobresalir como en los antropomorfos, y los incisivos eran tan pequeños como los nuestros.
También es importante mencionar que desaparece el diastema (separación entre incisivos), o es muy rara su existencia.
Por tanto, notamos una reducción de caninos e incisivos y hay un mayor énfasis de la masticación en el resto de la dentadura.
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